FLORIANOPOLIS Primera parte
Segunda etapa del viaje, la isla de Florianopolis, a 750 kms si se vuela desde Rio, osea, en linea recta
El precio de ida, con TAM es de 150 euros, se puede llevar hasta 23 kgs, y aunque mi bolsa pesaba 24.5, no alarmó al que hizo el check in, mientras yo ayudaba tratando de darle un poco de charla, aderezado ello con una de mis mejores sonrisas en el rostro. Superado el escollo, sin ni un rasguño a la cartera; p’al avión, y al cabo de un rato, ya estabamos en la isla.
Alquilamos un coche en el aeropuerto por 75 reais dia, lo que para 12 dias fue el equivalente de unos 100 euros por cada uno de nosotros tres. Llegamos a la posada, que era una casita con jardin y dos cuartos a 120 al dia o unos 150 euros por persona/estancia. Todo bien.
Notar que durante el trayecto, el trafico era intenso y la carretera estaba llena de lo que se conoce como policia acostado o bache grande que te obliga a pasarlo es segunda y despacito. La isla esta llena de ellos, osea que lo mejor es no pasar de 60 kms hora y en algunos casos 40.
Como ya iba siendo tarde, nos encontramos con nuesto nuevo amigo Marco, local de la isla, originario de Porto Alegre, brasileño de nacimiento pero de origen italiano y que pasa los veranos en Alemania como instructor de vuelo en parapente. Innecesario decir que, nuestras vacaciones sin él hubieran sido otra cosa, Marco es una persona encantadora, educada y siempre dispuesta a ayudar y a compartir. Un 10 para Marco, tri legal, amigo.
La Lagoa da Conceiçao
Al dia siguiente amaneció soleado pero sin viento, como había pronosticada lluvia, no nos hacíamos muchas ilusiones pero aún asi, cargamos los trastos de kite en el coche y tiramos para las playas del Norte de la isla, fuimos a Ingleses y a Santinho, ambas playas eran muy grandes y con buenas olas.
Pasamos el dia por la playa, jugando con la Peak que como ya dije antes,vuela casi con nada de viento, y asi fué el primer dia hasta que comenzó a llover, ahí a casita y a cenar en uno de los muchos restaurantes que se encuentran a la vera de la Lagoa de Conceiçao, proxima a nuestro alojamiento y centro de actividad de lo que acontece por la zona.
De hecho es el centro neuralgico por encontrarse a mitad de camino de todo, tanto de la ciudad, Florianopolis, como del Norte, como del Sur de la isla.
Praia Mole desde el parking
Las playas más proximas a nuestra zona eran Barra de Lagoa, playón que acaba en la segunda parte de esa playa, conocida como Mozambique de una longitud de 9 kms entre las dos. En Barra hay una especie de pueblito, con posadas, bares y restaurantes, es el comienzo de la playa, la otra punta, allá en la distancia casi ni se ve de lejos.
Praia Mole a pie de playa
Yo hasta diría que era una de nuestras playas favoritas y a donde fuimos varias veces, tanto por la proximidad como por el tamaño de las olas, que no era desmesurado y no eran tipo cerrojo total, por lo que se podía pasar un buen rato … si no fuera porque la mayor parte de las veces, durante los primeros 5 dias, el viento era siempre para … 21, como no? la «secret weapon» que nunca hay que dejar en casa.
Pero del viento, ya iré hablando poco a poco. Al dia siguiente, entraba un frente frio, lo que quiere decir, viento del SO, que es el mas racheado que la isla puede recibir. Como teniamos un compromiso con la escuela de kite de Tribu do Vento, al pié de la Lagoa, intentamos una navegada pero no fué gran cosa por lo increiblemente racheado que estaba, siendo en la orilla, sin playa alguna, osea un pequeño pantalan de madera y agua, eso si, de poca profundidad, tipo hasta a rodilla por un buen monton de metros, y unos cuantos cangejos jugetones, que enterrados en el fondo de la lagoa, trataban de comersete el pié ayudados de sus pinzas, uno de las cuales, asi en broma, logro hacerme sangre.
Lo intentamos con la 8 mts pero estaba feo feo, la racha iba de 0 a 15 a 35 nudos en segundos. Mientras te ibas alejando de la orilla, la cosa se ponia algo mejor pero si llegaba una nube, el viento bajaba a apenas 10 nudos y ahí venía como en olas, osea subía a 20 y a 30 y pico para volver a bajar a casi nada.
Levantamos la cometa desde el agua entre dos, la probó uno de los de la escuela, pero debido al racheo inclemente, al hombre no le impresionó demasiado nuestro foil, asi que para intentar dejar el pabellón algo mas alto, me di yo una navegada, pero, no merecia la pena, asi que cometa al agua otra vez (porque como dije, no habia playa alguna) y … a buscar un lugar nuevo.
Praia Mole, condiciones de-mole-doras
De ahí pasamos a la playa mas proxima a la lagoa por ese lado, llamada Praia Mole … aunque de mole, tenía poco. Mole en portugues quiere decir playa blanda (referiendose a la arena, debe ser) porque en lo referente a las condiciones, la playa era cualquier cosa menos mole …
Playa de cierta profundidad, lo que hace que la ola que llega a la orilla, no muera en la misma, sino que se da la vuelta y va al encuentro de la nueva ola que llega, con lo que el chop es importante y poco agradable.
Nuestro amigo aleman estaba entretenido trimando una 12 mts deluxe vieja e instruyendo a Marco en sus primeros pasos con una cometa en las manos, yo tiré alguna foto, intenté un par de largos, pero como no tenia muchas ganas de enfrentarme a la cuarta o quinta ola que se formaba, empezando por la orilla, y que en ocasiones debia ser de 3 mts o mas, todo ello con la 10 mts y con apenas 12 nudos de viento, la verdad es que no me lo pasé muy bien.
Nada que pueda parar a un fiera como Isma y sus enormes ganas de navegar, asi que, como el viento había rolado a S/SE y la direccion había empezado a ser algo mas adecuada, Isma se enfrentó al panorama de rompientes con la audacia que caracteriza a aquellos que desconocen el terreno en que se mueven, osea, la ignorancia absoluta de lo que te puede hacer una ola de esas como te pille. Y, así, arriesgandose a una lavadora de las grandes, el hombre fué cruzando -por los pelillos, digase todo- las rompientes, y una vez afuera, ahí si que lograba ir ciñendo.
Isma no era el único, pues había un tipo con una cometa de tubo y una tabla de surf, que, parece que tambien se lo pasaba bien surfeando olas hasta la orilla y volviendo a pie upwind a coger una nueva ola que le llevara a la orilla otra vez, y … asi pasó el segundo dia.
FLORIANOPOLIS Primera parte/Kitetrip mallorca kiteschool
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