KITESURFING EN LA GRACIOSA

 

Kitesurfing en la Graciosa

Esta mini entrada en el blog van a ser sólo cuatro lineas y en realidad no se va a ver a nadie navegando con el kitesurf, pero la entrada al blog tiene cierto sentido.

Lo del nombre: Kitesurfing en la Graciosa, tiene como objetivo -aunque precario- encontrar cierto posicionamiento SEO en los buscadores de internet, y que de ahí, que encuentren la página de la escuela de kitesurf en Vietnam, y, de ahí hasta puedan pensar en ir allí algún día. OK. vamos allá.

Debía ser sobre 1986. Yo vivía en Lanzarote, en aquella epoca no había kitesurf, sólo windsurf, y, antes que nada, debería aprovechar esta ocasión para explicar también, un poco, como son las condiciones de viento en Lanzarote a lo largo del año.

Para estas fechas,  hoy, 38 años después, y, con todo el tiempo que ha pasado desde entonces, la playa bajo el risco, la Graciosa y el  mismo Lanzarote, aún siendo los mismos lugares, ello no quita para que hoy vivamos una realidad muy distinta.   En todo ese tiempo pasado, habrá asi mismo pasado de todo, pero no voy a hablar de lo que no he experimentado y por ende no sé.

De lo que si quiero hablar hoy cuando escribo estas lineas es de algo en concreto que viví en aquella época y de que forma ello, aunque ya sé que poco,  puede guardar cierta relacion con Lanzarote, La Graciosa y los deportes nauticos.

¿Que pasaba por aquel entonces en La Graciosa y en Lanzarote a nivel windsurf?

A nivel windsurf, en Lanzarote eramos cuatro gatos, algún local de los que apenas recuerdo el nombre, creo que había dos hermanos que hasta salian en algun reportaje de la revista de windsurf que se publicaba en aquella época.

Aparte de esos dos y alguno mas, eramos yo mismo y un tal Miguel «el canario», otro chaval, que era lo mas parecido al number one, al cual conocí en Playa del Ingles años atras y que se mudó a vivir a Lanzarote como tantas otras personas, yo mismo entre ellos, en busca de nuevos horizontes y de ir ocupando los incipientes lugares a nivel negocio y en este caso a nivel oferta de deporte acuatico.

Yo, para aquel entonces trabajaba en UNISAFARI, una compañia que fletaba excursiones en jeep por toda la isla.   Era este un trabajo muy bonito e interesante pero agotador.    Trabajabamos toda la semana, todo el mes, todos los dias del año y a piñón, desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche, hora en que terminaba la proyeccion de la pelicula de video en VHS que yo mismo tambien filmaba.

Y al ser yo el guia del safari y a la vez el camara y quien creaba la pelicula, en función del numero de jeeps que teniamos cada dia, era yo libre de elegir el recorrido, asi que en dias de tres o cuatro jeeps solamente, lo que yo hacía era alargar el recorrido e irme mas al norte que en otras ocsiones cuando tenia 12 jeeps.

En fin, entre que trabajaba siempre y no tenia tiempo para windsurf y que aquel invierno fué bastante desastroso a nivel viento, asi estaban las cosas.

Eso si, un día me rebelé y dije: mañana no vengo a trabajar. Y ese dia lo dedique a visitar aquella playa en el mismisimo norte de Lanzarote que es donde esa playa se encuentra, en frente de la isla Graciosa.

 

Viento en La Graciosa y en Lanzarote en invierno?

Pues el viento tiene, digamos, dos temporadas, el verano y el invierno, en verano mas fuerte y mas anortado, casi de Oeste Noroeste a veces, y en invierno mas suave y mas de direccion Este.

Y asi, aquel dia que me tomé libre lo dedique a bajar a «la playa bajo el risco». Tarea ardua donde la hubiere, porque la bajada era de romperse la crisma, dado lo acentuado del angulo en que transcurria el camino y la cantidad de piedra suelta que había, osea estabas todo el rato a un tris de despeñarte.

Y de la subida ya no digamos, cuesta arriba, angulo de 30 a casi 45 grados a veces, y las mismas piedras sueltas todo el camino, a añadir el cansancio, ya que no es lo mismo bajar que subir, y para hacer todo aún mas duro, la sed que pasé una vez que, tontamente, se me terminaron las reservas de agua.

En fin, lo hice. Y aqui subo las pocas fotos que me tome.   Cabe resaltar que en aquella epoca no habia telefonos con camara ni se podian hacer selfies ni nada de nada. Habia que llevarse un trípode, preparar la foto, darle al boton con el temporizador en 10 segundos y correr para ponerte en frente y asi salir en la foto.

Espero os guste el mini reportaje.

 

yo, la camara en lo alto del tripode y enfocada a mi persona y a la Graciosa en el fondo

La parte de agua que hay entre la Graciosa y Lanzarote la conocen los locales como:  «el rio»

foto tomada a un cuarto de bajada.  Notese el desnivel y la distancia que hay hasta la playa

casi llegando abajo.   Se puede apreciar que, salidos de la nada, han llegado a la playa un catamaran de vela y mas tarde, un bote a motor

Una vez a pié de playa.   Aquello no es realmente pequeño pero la sensación de haber llegado,  mas la de saber que por alli no baja nadie salvo que no sea absolutamente necesario hace que se sienta uno como si hubiera hecho algo importante.

Y cuando digo: absolutamente necesario,  me refiero a casos como el de que alguien haya enfermado en la Graciosa y haya que llevarle a Arrecife, la capital de Lanzarote, que es donde está el hospital.

Y que las condiciones de mar, que pueden ser tremendas, no permitan llevar al enfermo ni a Orzola, un puertito mas al norte, ni a Famara otro puertecito, éste mas al suroeste,  Total, por allí ni baja ni sube nadie salvo que no sea imprescindible, así que … todo suma, y de ahí,  la sensación de victoria que te ocupa los sentidos.   

Auto foto tomada desde el tripode y con carrerón incluido para llegar a tiempo y salir en la foto.    Ésta es en las salinas rosadas que se hallan junto a la playa al pié del risco.

Y ésta última foto, con la que concluye el reportaje, de nuevo arriba, 4 horas y media después de la primera foto, tomando consciencia de lo que he hecho, del esfuerzo empleado y de que … mañana será un nuevo día de curro en que probablemente vendré al mismo lugar:   El Mirador del Risco, con tres o cuatos jeeps y a los que no va a merecer la pena ni que les diga:   Ayer bajé hasta ahí abajo yo solito.   ¿Total, pa qué?  porque seguro que ni me iban a creer …